Construimos la identidad de la marca desde cero: desde su nombre y estilo visual, hasta el diseño de producto y la comunicación gráfica, mientras los fundadores se enfocaban en desarrollar los sabores y recetas de sus salsas artesanales.

Este proyecto nos permitió involucrarnos desde las etapas más tempranas, lo que nos dio la oportunidad de aportar creatividad en diferentes áreas. Cuando surgió la idea de elaborar salsas artesanales de alta calidad, nos encargamos de definir el nombre de la marca, su identidad visual, el diseño de empaque y la fotografía profesional.

Proceso creativo para el nombre

El primer paso fue idear un nombre que fuera memorable, atractivo y que transmitiera la esencia de la marca. En sesiones de lluvia de ideas, decidimos trabajar con un nombre de una sola palabra. La inspiración vino de una marca local de mantequilla que destacaba su untabilidad en sus campañas. Siguiendo esa lógica, creamos “Salseable”, evocando la idea de que cualquier comida puede volverse “salseable” y elevar su sabor con estas recetas artesanales.

Proceso creativo para el diseño de marca

La identidad visual se construyó alrededor de un símbolo con doble lectura: un tazón con llamas que, visto desde otra perspectiva, se convierte en una parrilla con brasas encendidas. Esta dualidad representaba a la perfección los productos principales: variaciones de chimichurri y salsas picantes artesanales.
La tipografía fue cuidadosamente seleccionada para transmitir fuerza y un carácter hecho a mano. Su estilo imperfecto y contundente aseguró una legibilidad impecable en cualquier formato, desde grandes vallas hasta etiquetas de frascos pequeños.

Proceso creativo para la comunicación visual

La comunicación visual fue pensada para abrir el apetito a primera vista. Nos enfocamos no solo en resaltar las salsas, sino también en mostrar la frescura y calidad de sus ingredientes. A través de fotografía profesional, capturamos los frascos y los elementos individuales con un estilo vibrante, provocador y auténtico.

Resultados

El proyecto culminó en un lanzamiento de marca altamente exitoso. Durante su primer año, las salsas alcanzaron cobertura nacional a través de distribuidores independientes, y en su segundo año lograron llegar a puntos de venta selectos en el retail. Desde el inicio, la marca destacó por su identidad visual llamativa y su capacidad de seducir a cada espectador con una presentación irresistible.